EUROPA
PRESS
11
mayo 2017
Un estudio sobre hábitos alimentarios y actitudes hacia el propio
cuerpo en los estudiantes de la Universidad de Alicante (UA) ha confirmado que
"actualmente, más del 70%" de los estudiantes mantienen un peso
considerado "normal, según los parámetros de la Organización Mundial de la
Salud". Además, cerca del 40% del alumnado ha seguido en alguna ocasión
una dieta, normalmente hipocalórica.
Estos
son algunos de los datos reflejados en el análisis realizado por alumnado de la
asignatura Trastornos del Comportamiento Alimentario del Grado de Nutrición
Humana y Dietética.
La UA
ha precisado, en un escrito este jueves, que la estrategia de investigación
escogida ha sido la encuesta, en su modalidad de entrevista cara a cara, sobre
una muestra de 380 individuos de un total de 23.599 estudiantes de grado y máster de la UA y bajo la supervisión de profesores de los
departamentos de Psicología de la Salud y Sociología II.
Los
datos obtenidos han sido comparados con un estudio previo realizado en 2003 en
el mismo contexto y con la misma metodología para observar, por tanto,
variaciones intergeneracionales.
"Las
conclusiones constatan el avance de hábitos alimentarios más saludables entre
el alumnado de la Universidad de Alicante, una mayor satisfacción con el propio
cuerpo y una autopercepción más ajustada a la realidad, menos sometida a la
presión del ideal de delgadez", han subrayado los autores del estudio.
Así, el
almuerzo o merienda son prácticas habituales en gran parte del alumnado (más en
el caso de las mujeres), y las ingestas a base de pan son las más frecuentes
(especialmente entre los varones), seguidas de la fruta (en la que destacan las
mujeres).
"Aun
así, un 40% de alumnos no suele almorzar/merendar, y más del 15% consume
bollería y otros productos industriales", han constatado los estudiantes
de Nutrición Humana y Dietética. Respecto a 2003, el hábito de realizar la
segunda o cuarta comida del día ha incrementado visiblemente y también el
consumo de fruta, del 6 al 23%. Para completar la evolución positiva en los
hábitos alimentarios, el consumo de bollería y otros productos industriales ha
disminuido en más de 10 puntos porcentuales.
La
mayoría de los alumnos y alumnas cocina "habitualmente", aunque
"no es muy frecuente la cocina elaborada ya que domina muy claramente el
uso de la plancha". El hábito de cocinar ha aumentado sensiblemente
respecto a 2003.
Por
otro lado, la mitad de los encuestados visitan con cierta frecuencia
restaurantes de comida rápida. "Dato alarmante pero, como contrapartida,
una ajustada mayoría no los visita nunca o lo hace esporádicamente. En
cualquier caso, sea por una reducción del poder adquisitivo o por la
implantación de prácticas más saludables, el porcentaje de quienes frecuentan
este tipo de restaurantes ha disminuido en estos últimos catorce años,
fundamentalmente gracias a los hombres, que son quienes han reducido su
consumo. Las mujeres lo han mantenido y ahora se equiparan a los hombres,
cuando en 2003 consumían menos que ellos", explica el estudio.
Respecto
a las dietas, cerca del 40% del alumnado las ha seguido en alguna ocasión,
normalmente hipocalórica. En 2003 esta práctica era mucho más habitual entre
las mujeres, pero en la actualidad las diferencias se han reducido.
La gran
mayoría de los entrevistados manifiesta estar "a gusto con su
cuerpo", aunque el porcentaje de hombres satisfechos es mayor, las
diferencias por género no son significativas. Sí lo eran en 2003, con lo cual, se
ha incrementado notablemente el porcentaje de mujeres que están satisfechas con
su cuerpo.
A pesar
del alto grado de satisfacción con el propio cuerpo, cercano al 85%, más de la
mitad de los universitarios cree que debería modificar su peso, normalmente
para adelgazar. El 40% de quienes están satisfechos cree que debería alterar su
peso actual. Por sexo, para las mujeres el deseo de variación del peso
normalmente implica adelgazar, mientras que para los hombres hay un relativo
equilibrio entre engordar y adelgazar. "En cualquier caso, los resultados
son mejores que en 2003, cuando una amplia mayoría consideraba que debía
modificar su peso y muy claramente para adelgazar, especialmente las
mujeres", explican los autores del estudio.
Además,
las conclusiones indican que el 9% se sometería a una operación de cirugía
estética para mejorar su imagen, cuando en 2003 era alrededor del 17%. Las
mujeres son claramente más proclives a realizar este tipo de intervenciones y
ya lo eran en 2003, según los datos obtenidos.